miércoles, 26 de enero de 2011

Mis reflexiones más profundas II

!Ya estoy hasta los huevos de la complutense! Ya estoy harta de que aquí nada funciona como debiera. Estoy cansada y cada día deseando pirarme pa mi universidad de origen. Antes protestábamos que si el sistema informativo que utiliza la universidad Masaryk era esto, que si era lo otro... Os juro que si hubiera sabido cómo van las cosas aquí, no pediría la beca Erasmus ni de coňa.

El otro día me cabreé otra vez.
Era un martes y yo tenía que entregar el trabajo de Espanol coloquial para aprobar la asignatura y no tener que presentarme al examen. El profesor, para no liarse, decidió recoger nuestros trabajos antes de empezar la clase. Nos pidió veinte páginas (el mío tiene treinta y siete) y nos dijo que la lista de personas aprobadas la publicaría el próximo lunes. Le di mi trabajo que el día anterior había imprimido y encuadernado en la librería de abajo. La verdad que quedó muy bonito, vamos, que parecía un libro. Me entraba un cosquilleo en el estómago cuando lo cogí en mis manos. Ver algo tan perfecto y saber que es fruto de mi creación... Era el sentimiento más placentero que he experimentado en mi vida.
Tras entregarle el trabajo al profesor le pregunté si fuera tan amable y me enviara el resultado a mi correo electrónico. Me dijo que vale y que después de la clase me iba a dar su correo electrónico para recordárselo.

La clase terminó, yo recogí mis cosas y cuando me levanté para pedirle su e-mail al profesor, ya se había ido.... y yo me quedé sin correo. Luego llamé a un sitio y me lo dieron, yo le escribí pero hasta ahora no tengo respuesta.

!Es que flipo, eh?! En cada formulario, en cada ficha de clase y en cada oportunidad nos piden nuestros correos electrónicos. Pero para qué si nadie los utiliza? No lo entiendo. Los profesores aquí también tienen correos universitarios pero la mayoría de ellos no los revisa. En mi universidad todo se publica en el sistema informativo, la herramienta tan odiada por los estudiantes en principio y tan adorada cuando se acostumbran. Aquí podría ser lo mismo...pero no lo es.
Los profesores tienen a su disposición el campus virtual, una plataforma para subir material de estudio en el servidor de la UCM pero no lo utiliza ni dios.

Después de la clase ésta me senté un rato en la cafetería de la universidad, me pedí un café caliente y me puse a revisar un poco para las clases siguientes.
A las once y media me toca morfología histórica. Sin embargo, cuando llegué a la puerta del aula, estaba cerrada. Cuando intenté abrirla, se acercó Antonio, uno de los bedeles de la Complutense, y me dijo que el profesor no había venido. Y nadie sabía nada. Fui a la conserjería, llamaron a mi departamento y allí tampoco tenían noticias suyas. El profesor probablemente se lo habría dicho a alguno de sus alumnos y así ellos estaban informados y el día ese no vinieron. Y yo no sabía nada porque en la clase anterior él no dijo nada sobre su plan de no acudir a clase. Si lo hago yo en mi país, me echan del trabajo. ?Cómo puede no avisar en el departamento que no habrá clases? En mi universidad en casos como éste, el profesor les escribe un correo a todos sus estudiantes y ellos saben vale, hoy no hay clase, hoy puedo dormir un poco más. Y no pierden tiempo viajando a la universidad, lo cual para mí supone una hora y media. Pero aquí no, aquí todo es distinto.

Spain is different.

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